martes, 18 de noviembre de 2008

SOS GLOBAL -CAPITULO PRIMERO, EL UNIVERSO-


Hoy comenzamos con el capitulo primero de la genial obra de Agustín López Sobrino S.O.S GLOBAL, en ella encontrara algunas posibles respuestas del calentamiento global sus causas y propuestas que apunta a modesto entender de su autor como el camino para la cuasi solución de esta temática que preocupa al mundo entero porque lleva implícito en ella , la vida de las especies y la de nosotros mismo. El capitulo uno y dos podra seguirlo en la exclusiva pagina de S.O.S GLOBAL : http://www.sos-global.blogspot.com/


CAPITULO PRIMERO: EL UNIVERSO

El universo:

Mi existencia siempre fue un compromiso con mis afectos, el trabajo y con el medio natural, que no nació precisamente en edad adulta, mas bien podría asegurar que cuando chico sentí un cierto llamamiento por la naturaleza de manera espontánea. No creo ser la octava maravilla del mundo por esta afirmación pues también puedo dar fe que algunos conocidos y otros no tanto también crecieron con este interés, como seguramente usted amigo lector: siempre hemos visto al medio ambiente como nuestro asociado de toda la vida. Hay un pasado que se fue para siempre, pero hay un futuro que todavía es nuestro, en donde podemos concebir renovaciones y además hacer cambiar a otros, dentro de nuestras posibilidades, para que nuestro entorno natural no sufra mas el maltrato ocasionado por la desidia, la negligencia o el desinterés por parte de algunos hombres contra su propia vida y también la de otros seres –sean animales o vegetales -.
A veces evoco mi niñez, cuando en las noches de verano observaba el cielo con ternura y de manera curiosa esa magia estelar, fijando mis ojos al cielo y dejándome llevar de a ratos por mi imaginación, matizada de ciertos interrogantes, como buscando entender lo que aún me era difícil preguntar y mas espinoso aún responder, por los menos en aquel tiempo en donde era todo especulación, mas que investigación: ¿que hay allí arriba?, ¿Qué son esos puntos blancos que llaman estrellas? Hoy existe una idea más o menos cercana o posible, pero a pesar de todo no creo que las consultas de ayer sean, aun hoy, desubicadas. Sabemos los seres humanos que cuando grandes debemos enfrentarnos a los hechos y lo que en un momento fue curiosidad hoy debemos encontrarle una respuesta. Del mismo modo, he considerado desde siempre una imperiosa necesidad intelectual y biológica el conocer todo lo que me rodea y la razón de su existencia o sus cambios. Por ello, trato de estar a tono y actualizado permanentemente. En función a esto, días pasados y en distintos medios internacionales hablaban sobre el tema de que es el Universo. He tenido la oportunidad de razonar sobre lo manifestado por el científico británico Stephen Howskin, en una disertación reciente en Pekín, donde dijo que el concepto de eternidad no puede seguir manteniéndose después de la teoría de la relatividad y el descubrimiento de la expansión del universo. Claro está que hubo un comienzo y que hay por estas horas una permanente evolución. Inmediatamente después de correr vista sobre lo expuesto, evoqué nuevamente a este extraordinario astrónomo de 64 años que en su teoría desarrollada en 1970 junto con Roger Pentrose afirmó: que el Universo y el tiempo empezaron con el Big Bang. Estoy de acuerdo que no tengo elementos para replicar lo asegurado por estos científicos, pero considero que mi sentido común puede aportar algo al respecto y sobre la base de lo que se descubrió, ya que todos hemos escuchado sobre teoría del Big Bang o teoría de la gran explosión a un modelo dentro de la teoría de la relatividad general que describe el desarrollo del Universo temprano y su forma. Técnicamente, se trata de una colección de soluciones de las ecuaciones de la relatividad general, llamados modelos de Friedmann - Robertson - Walker. El término "Big Bang" se utiliza tanto para referirse específicamente al momento en el que se inició el mundo y todo lo que vemos aquí y mas allá. La expansión observable del Universo (cuantificada en la ley de Hubble), como en un sentido más general para referirse al paradigma cosmológico que explica el origen y la evolución del mismo. Curiosamente, fue el astrofísico inglés Fred Hoyle, uno de los detractores de esta teoría y, a su vez, uno de los principales defensores de la teoría del estado estacionario, quien, en 1950 y en una manera de descalificar a otros, caricaturizó esta explicación con la expresión big bang ("gran explosión", "gran boom" en el inicio del universo), nombre con el que hoy se conoce dicha teoría.
La idea, entendámoslo así, es que el Big Bang es un espacio donde están afincados planetas o estrellas que no tendrían un movimiento predeterminado hacia un objetivo concreto, se moverían o se trasladarían al libre albedrío según la gravedad. Las investigaciones de todos los modelos del Big Bang sugieren que en el pasado el universo tenía una temperatura más alta y una mayor densidad y, por tanto, que las condiciones del universo actual son diferentes de sus condiciones en el pasado o en el futuro. A partir de esta observación puntual, George Gamow en 1948 pudo predecir que debería haber evidencia de un Big Bang en un fenómeno más tarde bautizado como radiación de fondo de microondas cósmicas (CMB). El CMB fue descubierto en los años 1960 y se utiliza como confirmación de la teoría del Big Bang sobre su más importante alternativa, la teoría del estado estacionario.

Para llegar a esta explicación, diversos científicos, con sus estudios, han ido construyendo el camino que lleva al comienzo del modelo del Big Bang. Después de haber distinguido la interpretación de Big Bang y sus consecuencias, pasaré a explicar de manera precisa y clara, para no extraviarnos en la frondosa selva de lo lingüístico, que son los agujeros negros. Es inevitable encontrarnos con este tema ya que aparece inmediatamente relacionado al Big Bang: Con su misterioso nombre de agujeros negros y sus peculiarísimas características son, seguramente, los objetos cósmicos más fascinantes del Universo. Su nombre es conocido, incluso, por los profanos en Astronomía. Los agujeros negros surgieron hace unos doscientos años como una mera especulación intelectual del tipo: "¿qué pasaría si...?, se ve que nuestros investigadores de antaño se hacían preguntas al igual que yo cuando pequeño, pero en este caso y durante esa época en la que las únicas herramientas científicas de las que disponía la Astronomía eran las leyes de Kepler y la Ley de la gravitación universal de Newton, esa imaginación y especulación quedó planteada, lo que llevaría años mas tarde a confirmarse a medias, ya que no se ha justificado científicamente en su totalidad de que existan, solo ha quedado en el rango de "suceso bastante probable”.
La expresión “agujeros negros” fue acuñada más recientemente, en la década de 1970, cuando hacía más de medio siglo que se habían elaborado las teorías actualmente aceptadas sobre la naturaleza de la luz y la famosa Teoría de la Relatividad , ambas debidas a Albert Einstein. Aún hoy día, la existencia de los agujeros negros no es una evidencia científica, repito, un agujero negro es, utilizando una sencilla definición, un objeto cósmico cuya gravedad es tan grande que nada puede escapar de su superficie y, por lo tanto, tampoco la luz puede eludir esa atracción gravitatoria. Es decir, que observado desde fuera se vería como una gran mancha negra sobre el fondo del firmamento de estrellas. Estos enigmáticos objetos también se han convertido en estrellas de la literatura fantástica y de ciencia ficción, sin duda gracias a su sugestivo nombre y sus extrañas propiedades. Quien sienta curiosidad acerca de este tema posiblemente se haya tropezado con misteriosos embudos, túneles del tiempo, singularidades y otras temibles aberraciones. Muchas pretendidas obras de divulgación parecen más relatos fantásticos que intentos de explicar un concepto esencialmente simple. Pero la pregunta sigue en pie como cuando éramos chicos: ¿Qué son, en el fondo, estos oscuros portentos de los cielos...? ¿Existen en realidad...? quizás algún día lo sepamos con objetividad, por ahora solo contamos con algunas certezas aunque mínimas. Si deseáramos explicar este fenómeno permítanme un ejemplo:Para que un cohete abandone la superficie de la Tierra y se sustraiga a su atracción gravitatoria, debería alcanzar, durante su ascenso, una velocidad llamada "velocidad de escape", que depende de dos parámetros fundamentales: la masa y el radio del cuerpo celeste del que se quiere escapar. Cuanto mayor sea la masa y menor el tamaño del objeto celeste, mayor es la fuerza gravitatoria ejercida por éste, y por tanto, se requiere una velocidad de escape mayor. Dado que, según la teoría de Einstein y de acuerdo con todas las evidencias científicas, ningún objeto puede superar la velocidad de la luz -evidentemente, tampoco la propia luz-, cuando la velocidad de escape iguala a la velocidad de la luz la proporción entre la masa y el radio (tamaño) del objeto celeste es tal que atrae todo lo que hay a su alrededor, de manera irremediable. En este caso, estaríamos ante un agujero negro. En cuanto a su naturaleza, un agujero negro no sería más que un tipo muy peculiar de estrella que se encuentra en un estado muy avanzado de su ciclo vital, según nos informan los científicos, sin embargo analicémoslo más detalladamente. La formación de una estrella comienza por una nube de gas que comienza a contraerse debido a la atracción gravitatoria que ejercen mutuamente los átomos y moléculas que la componen. La gran mayoría de átomos que constituyen el Universo corresponden al elemento químico más simple: el hidrógeno. Al comenzar a juntarse entre sí los átomos de hidrógeno, las colisiones entre ellos se hacen mucho más numerosas, lo que hace que aumente la temperatura de la nube. Cuando la densidad de átomos alcanza cierto valor esta temperatura es de varios miles de grados, de forma que comienzan a suceder reacciones de fusión entre los núcleos, y se forman átomos de helio. En cada una de estas fusiones se desprende una gran cantidad de energía, de hecho son auténticas bombas de hidrógeno. En este estado, la nube de gas puede ser llamada, con toda propiedad, "estrella", lo que tanto me llamaba la atención en mi niñez, En esta situación graficada anteriormente, para mas datos, se establece un equilibrio entre la atracción gravitatoria que tiende a reducir el tamaño de la estrella, y la energía desprendida en las reacciones termonucleares. Esta etapa es conocida como "secuencia principal"; en ella se encuentra actualmente -y se encontrará durante los próximos cinco mil millones de años, aproximadamente- nuestro Sol. Cuando la proporción de helio frente a la de hidrógeno alcanza el 10% el núcleo colapsa gravitacionalmente -se encoge- y las capas externas de hidrógeno se expanden, y se pasa al estado de "gigante roja", donde el número de reacciones termonucleares se incrementa notablemente. Cuando el hidrógeno se agota, comienza a consumirse el helio como combustible nuclear, dando lugar a un nuevo colapso gravitatorio; la estrella es, entonces, una esfera de gas enormemente denso que se conoce con el nombre de "enana blanca", estado relativamente estable en el que se suceden las reacciones termonucleares, con la formación de elementos químicos de mayor peso y el progresivo enfriamiento durante varios miles de millones de años. Finalmente, la estrella pasa a un estado de "enana marrón", que consiste en una esfera -en su mayor parte de hierro incandescente-, que se enfría lentamente hasta la extinción (estado de "enana negra").Finalmente amigo lector , no todas las estrellas presentan este final; si la masa de gas de la secuencia principal se encuentra entre 1,44 y 3 veces la masa del Sol, la temperatura que alcanza es tan elevada que consume rápidamente su combustible nuclear y, al alcanzar el estado de gigante roja, presenta un tamaño tremendo; estas estrellas se conocen como "súper gigantes" y, en ellas, el colapso gravitatorio es fortísimo. Algunas consiguen reducir su peso mediante una tremenda explosión cósmica -fenómeno conocido como "supernova", observada de vez en cuando por medio de telescopios, como la ocurrida en 1987 en la gran nube de Magallanes. Como resultado de la explosión, se puede volver de nuevo a la secuencia principal o formarse, por colapso gravitatorio, una estrella de neutrones, en la que los electrones de los átomos se incorporan al núcleo debido a la gran presión gravitatoria, y allí se unen con los protones y forman neutrones. Su tamaño es de unas pocas decenas de kilómetros, pero su densidad es enorme: unas 1013 veces la del agua. Si la masa de la estrella excede el valor de tres veces la masa del Sol, su gravedad es tan grande que se acaba formando un agujero negro.Existen varios candidatos al puesto de agujero negro en el Universo; en la constelación del Cisne se cree que hay un sistema binario de estrellas, girando una alrededor de otra, una de las cuales es, muy probablemente, un agujero negro: posee un tamaño muy pequeño y una gravedad elevada y, aunque no se puede observar directamente, es una poderosa fuente de rayos X. Éstos se forman cuando la materia se precipita a gran velocidad sobre él; esta materia la arranca de su compañera visible. Si la formación de un agujero negro es un proceso fascinante, mucho más fascinante es lo que ocurre con el espacio y el tiempo en sus alrededores.

Después de hacer la digestión de esta explicación precedente y aproximada, debo entender que mi imaginación allá y hace mucho tiempo cuando me quedaba fascinado mirando el cielo en las noches de verano, no distaba mucho del pensamiento de los científicos de hoy, ya que aún estas se basan en teorías y especulaciones, al igual que mis presunciones o fantasías en busca de una respuesta que no podía articular con precisión. Otras preguntas colaterales a este tema emergen instantáneamente y parecen impostergables, como por ejemplo: ¿Hay vida en otros planetas? Objetivamente no hay pruebas concluyentes hasta la fecha, aunque miles de testimonios afirman haber visto extraterrestres y reportaron haber sido “secuestrados” por alienígenas por un período corto en distintas partes del planeta. Pero si hay vida en este mundo ¿Qué nos hace suponer que en los millones de estrellas que existen en el Universo observable no la haya?, una trama muy interesante que debería ser abordada en otro momento y no de manera simplista.

Ahora, en tren de otras cuestiones, sería interesante tratar la clarificar en que estado, en lo que hace a los conocimientos, nos encontramos. Claro, hablamos desde el hombre mismo, nuestra especie, que ha dejado innumerables evidencias de su presencia en la historia. Lo más conocido es, por existir abundantes datos y bibliografías, la capacidad del hombre y su evolución a través del tiempo. Si solo tomamos como punto de partida a la edad antigua hasta la media y la moderna, nos deberíamos preguntar cuanto avanzó la inteligencia de nuestra especie y no es, tal vez, un tanto soberbio de nuestra parte afirmar categóricamente que somos la especie más inteligente y racional sobre este mundo, si en realidad y echando un vistazo a distintos elementos naturales de este complejo universo, en muchas objetos o en casi todos, para ser muy bondadoso en mi redacción, estamos en los comienzos de entender e interpretar cada uno, según el misterio que se trate. Por ejemplo: ¿cuanto se conoce de la realidad del mismo Universo, de nuestro sistema solar e incluso de nuestro planeta? muy poco evidentemente. En esta misma línea argumental nos seguimos preguntado, pero mas aquí: ¿que conocemos de nuestra Tierra?, pues bien, se dice que se conoce entre un 5 y un 10 % de nuestros océanos, y si estos cubren un 70 % de la tierra y además el 30 % restante del planeta es desconocido, saquemos la cuenta de lo poco informado que estamos de nuestra casa. Me interesa chequear información, como se ve, e instruirme en trabajos de distintas disciplinas que investigan los temas aludidos y pude apreciar terminantemente que queda mucho que decodificar y dilucidar e interrogantes por doquier. Un ejemplo interesante y quizás atrevido, si observamos nuestra rudimentaria ciencia, la que estudia al ser humano, veríamos que si bien hubo logros aun perduran muchos enigmas. Recientemente el hombre a dado un gran paso con distintos descubrimientos y hallazgos que descifran, por ejemplo, el contenido de cada célula con su carga genética, como bien ocurrió el 28 de febrero de 1953: después de múltiples investigaciones de equipos de científicos en diferentes lugares del mundo descubrieron cual era la forma del ADN -ácido desoxirribonucleico -en el núcleo de la célula que le permitía duplicarse y transferir su información, James Watson y Francis Crack fueron los únicos que llegaron a una conclusión asombrosa... ¡el ADN tenía forma de doble hélice! Esta revelación fue el punto de partida del estudio del genoma. Desde esa fecha hasta hoy han pasado 50 años, y los avances en genética han sido gigantescos... se han abierto nuevos campos de investigación como la secuenciación y decodificación del genoma humano, la clonación, la proteómica, la terapia génica, los organismos manipulados genéticamente, entre muchos otros. Watson y Crick ganaron el Premio Nóbel de Medicina y Fisiología en 1962 por sus descubrimientos acerca de la estructura molecular de los ácidos nucleicos y su importancia para la transferencia de la información en la materia viva, cuando tenían 23 y 36 años respectivamente, pero aun hay mucho por hacer, ya que si bien hubo hallazgos, como he descrito, todavía hay cientos de millones de seres humanos enfermos por patologías terminales y otras desconocidas, o dolencias entre leves, crónicas o mortales en esta tierra, que se ha convertido virtualmente en una suerte de laboratorio de idas y vueltas y aun no se han encontrado las soluciones a esas patologías. Entonces la reflexión sería (sin perturbar la vuestra que por cierto puede o no compartir con la mía en un ciento por ciento) que no es una impertinencia intelectual de nuestra parte clasificarnos categóricamente como los seres más inteligentes, racionales y perfectos de este complejo mundo con códigos a descifrar. Todo funciona de una manera tan precisa y hasta casi misteriosa, que solo basta observar a otros seres vivientes y sus comportamientos donde aun no sabemos de que manera y con meridiana claridad, poder comprenderlos. ¿Que conocemos de una planta por ejemplo? Ciertamente estamos enterados superficialmente sobre sus cualidades y características por las investigaciones de botánicos, científicos, etc. Estos profesionales pueden responder esta otra pregunta: ¿tiene inteligencia este ser vivo?, ¿Podemos comunicarnos con ella? Mas allá de nuestro compromiso en su cuidado diario ¿cuidado? que para muchos de nosotros es mas un acto automático y estereotipado que un compromiso ideado previamente a conciencia. ¿Evolucionamos o involucionamos, en algunos aspectos? Por cierto todo es un tema complejo, pero los invito a que cada uno analice con su propio sentido común, ya que a veces, no sé porque causa, resulta más claro aplicarlo que los propios estudios para resolverlos. Mas allá de la crítica constructiva y mensurar al mismo tiempo todo lo que se ha hecho, no está en el espíritu de este libro ni de su autor crear un ámbito literario lacrimógeno y escéptico, sino un medio alternativo para interpretar o encontrar una posible respuesta a tantas contradicciones en el hacer del hombre en este mundo que por un lado crea y por el otro destruye. Si el hombre es “líder” –responsabilidad auto impuesta por él -de las especies, y en sus manos está el futuro de la tierra, con estas contradicciones: ¿podemos estar tranquilos de que tendremos un final feliz? El ser humano ha visto en el medio ambiente o en su entorno natural desde siempre un campo propicio de pruebas, para sus proyectos tecnológicos y de otra índole, produciéndole inexorablemente un resentimiento a largo plazo, los que muchos de ellos, como veremos mas adelante, son irreversibles. ”El amo contemporáneo” ,como bien definía al hombre actual el estudioso Roberto Esposito, pareciera ser reiterativo en algunos aspectos y en otros muy primitivo aún. Buscamos un camino nuevo de entendimiento y lograr un lugar mejor para vivir, esa es la meta en todo caso ¿Está usted de acuerdo?. Comprendo que no es posible cambiar a una sociedad si no se empieza cambiando al hombre –uno mismo y a los demás- El ser humano ha creado esta sociedad por generaciones, todos hemos participado de algún modo con nuestra mezquindad, codicia, envidia, brutalidad, nuestra estrechez de miras, nuestra competencia, nuestra violencia; etc. A menos que cambiemos cada uno de nosotros, jamás cambiaremos colectivamente, pero entendamos que aun estamos a tiempo para ese inventario moral, trabajando el día a día con humildad y dedicación exclusiva.

El ser humano o el homo sapiens ha tratado, y aun lo hace, de destruir lo que a su juicio le provoca “daño”, “temor” o en su defecto, controlarlo. Tratemos un ejemplo: las cucarachas. Los científicos afirman sobre estos insectos que son difíciles de eliminar. Son prácticamente ciegas, utilizando sus antenas en contacto continuo con las superficies para detectar vibraciones, cambios de temperatura y humedad. Se han logrado identificar hasta 3.500 especies, la mayoría de origen tropical y que viven en exteriores. Se calcula que las cucarachas han estado presentes en la tierra desde hace más de 300 millones de años. Incrustaciones en ámbar demuestran que han sufrido escasas mutaciones desde entonces.
¿Cómo puede ser que en el enfrentamiento del hombre con sus 1,300 Kilogramos de cerebro contra la cucaracha con su progreso, no alcanzó todavía a vencerla o exterminarla en este permanente combate desde todos los tiempos con este invertebrado?. Increíble.

Por otra parte, a los Virus que provocan el Sida, el cáncer, el Alzheimer y otras enfermedades que ni siquiera se han logrado comprender, se los engloba transitoriamente con el termino de “alergia” un mote temporal hasta su entendimiento definitivo, su posterior calificación y cura.
¿Habrá inteligencia? Creo que al menos deberíamos dejarlo como un serio interrogante cuando discutimos de las capacidades, inteligencia del instinto y todos los demás sentidos que poseemos. Es indispensable en todo caso y continuando esta incógnita, preguntarnos si alguien conoce que los “enemigos” aludidos (cucarachas, todo tipo de insectos…) hagan algo para destruir su medioambiente, como el hombre que destruye su hábitat creando innumerables formas aterradoras de hacerlo, incluyendo la aniquilación de su propia especie.
Honestamente podemos convenir finalmente que por lo que sabemos el único que lo hace es el ser humano. ¿El más inteligente de todos?.

Para completar, cuando me refiero a especies como las cucarachas, que sobrevivieron millones de años contra unos pocos cientos de miles del hombre sobre el planeta, tiene cierta contundencia además preguntarse finalmente si la evolución humana en cuanto a mayor inteligencia y capacidad es la única que evoluciona. No es una contradicción que hasta este siglo XXI no hemos logrado aún clarificar el comportamiento del porque y a pesar de proponérnoslo terminar con ellas. Es una incógnita, ¿o no?
En que están puestos nuestros prismáticos a la hora de evaluar donde estamos parados y que hacemos aquí y que haremos a futuro en nuestra casa a cielo abierto. Al hombre común le es difícil mensurar a simple vista el daño que hoy padece la tierra por causas de otros hombres y lo que ocasionará a sus hijos a a, ya que algunos perjuicios ya son irreparables. No esta en tela de juicio cuanto amamos a nuestros descendientes, pero dentro de las prioridades que tenemos los padres para con los hijos no solo está brindarles una buena educación, atender su salud, su seguridad etc, sino del mismo modo debe estar en la agenda el brindarle un mundo sano alejado de contaminación y todo lo que significa eso, para la salud de nuestros pequeños.
He visto con alegría que en los últimos tiempos familias enteras salieron a clamar o reclamar por lo que ellos consideran situaciones que pueden poner en riesgo no solo a su medio ambiente sino a la salud de ellos mismos. Esta nueva cultura del compromiso es plausible y merece un efecto de contagio a otros, tampoco se trata de ver fantasmas por todas partes, pero a aquellos que les parezca que un escenario puede ser dañoso para su salud y la de los suyos deben actuar en defensa propia: informarse e investigar es el modo para vivir sobre seguro en un mundo cada vez mas caracterizado por el “no te metas” y aunque muchos digan que la pelea de algunos pocos por una tierra mejor no cambia nada, es todo lo contrario: la lucha, aunque mas no sea de uno solo, hace la diferencia. Tengamos en cuenta este pensamiento.










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