
El socialista Hermes Binner quebró 24 años de hegemonía justicialista en Santa Fe, donde se impuso al kirchnerista Rafael Bielsa por diez puntos y obtuvo un triunfo opositor de relevancia en el escenario nacional, a menos de dos meses de las elecciones nacionales. El respaldo que recibió Bielsa por parte de la Casa Rosada, que incluyó varias visitas del presidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández a la provincia, no alcanzó para evitar que Binner se convirtiera en el primer dirigente socialista en quedar al frente de un gobierno provincial en la historia del país. "Los convocamos a construir una provincia mejor, con más justicia, más equidad y dignidad", subrayó Binner al recordar a sus aliados del Frente Progresista en las primeras líneas de su discurso en el Patio de la Madera. La fórmula del rente Progresista Cívico y Social, compuesta por Binner y Griselda Tessio se quedaba con el 48,55 por ciento de los votos, mientras que la dupla del Frente Para la Victoria de Bielsa y Carlos Galán cosechaba el 38,87 por ciento. Ese fue el momento elegido por Bielsa para reconocer la derrota desde su búnker de campaña, instalado en el coqueto Hotel Riviera, en el centro rosarino. Un rato antes, el gobernador Jorge Obeid se había comunicado con el titular del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, para felicitarlo por el triunfo, y casi al mismo tiempo el presidente Kirchner había hecho lo mismo con Binner. Una de las claves para el triunfo de Binner fue la amplia ventaja obtenida por Miguel Lifschitz en Rosario -la ciudad que el diputado gobernó por ocho años y aglutina un tercio del padrón provincial- lo que le permitió al Frente Progresista compensar la ventaja que el PJ conseguía en el interior provincial, sobre todo en la zona norte. Pero también algunos triunfos inesperados ayudaron a consolidar la victoria, como la conquista de Villa Gobernador Gálvez, una ciudad que fue -como Rosario, que en el pasado se ganó el mote de "capital nacional del peronismo"- un verdadero bastión justicialista. El Frente Progresista -que agrupa a las fuerzas del socialismo, el ARI, un sector radical, el PC y peronistas disidentes- recurrió a militantes de todo el país para garantizarse los más de 6 mil fiscales de mesa necesarios para cubrir el acto electoral en todos los rincones de la provincia. Además, como no ocurrió nunca en una elección en Santa Fe, llegaron hasta Rosario decenas de dirigentes socialistas y de fuerzas aliadas, como el presidente del socialismo en la Ciudad de Buenos Aires, Roy Cortina; Giustiniani; la diputada nacional del ARI Susana García; el diputado porteño Raúl Fernández; y el referente máximo de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. A pocos minutos del cierre de los comicios, el Frente Progresista salió a anunciar la victoria, en base a los resultados de tres bocas de urna de su comando de campaña, y los festejos se instalaron en el Patio de la Madera, donde Binner armó su búnker. Desde allí, decenas de jóvenes -algunos con carteles que recuerdan a Claudio "Pocho" Leprati, el militante social asesinado durante el estallido de diciembre de 2001 en las afueras de Rosario- le dedicaron varios cánticos al Gobierno nacional: "Yo sabía, yo sabía que con Binner el pingüino no podía".
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