sábado, 8 de septiembre de 2007

PAGAMOS TODOS:La violó un policía y la Federal ahora la indemniza con $ 500 mil

La Policía Federal Argentina fue condenada a pagar casi 500 mil pesos a una joven que cuando tenía 17 años fue violada por un suboficial que la engañó y la hizo subir a su auto con la excusa de que investigaba el tráfico de drogas en un colegio privado del barrio porteño de Balvanera. La condena -a la que tuvo acceso Télam-, la dictó la sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial Federal ante la demanda promovida por la chica, identificada sólo como G.A.C.V., cuando llegó a la mayoría de edad. La Policía Federal se opuso a la demanda, argumentando que el suboficial abandonó la tarea a la que estaba asignado en la custodia de un banco y tuvo una conducta ilícita por la que la institución no debía responder. La sala I de la Cámara consideró, en cambio, que el abandono del servicio al que había sido asignado al cabo primero Ariel Gustavo Romero Otero no excluye la responsabilidad institucional y que la función policial del agresor fue "el motivo y la ocasión" para el hecho delictivo que tuvo como damnificada a G.A.C.V. Los camaristas Francisco de las Carreras, Martín Diego Farrell y María Najurieta afirmaron que la responsabilidad del suboficial se traslada a la Policía Federal, porque la violación fue cometida en un horario en el que prestaba servicios, valiéndose de su condición de policía y con un arma proporcionada por esa fuerza. Esa condición, agregaron los camaristas, le permitió abusar de quien confiaba que actuaba cumpliendo el deber específico de proteger a las personas. El tribunal elevó los montos reconocidos en primera instancia y condenó a la Policía Federal a pagar 40 mil pesos por el daño psíquico sufrido por la víctima, 90 mil por el daño biológico y 350 mil por el daño moral, lo que suma un total de 480 mil pesos más intereses. El hecho se registró a las 6:50 del 6 de abril de 2000, cuando la joven, entonces de 17 años, se dirigía caminando al Instituto Ramón Falcón, ubicado en La Rioja al 600 del barrio porteño de Balvanera, donde cursaba sus estudios secundarios. Según la sentencia en la que el policía fue condenado por la violación -a la que accedió Télam-, la chica fue interceptada en Estados Unidos, entre Virrey Liniers y Sánchez de Loria, por Romero Otero, quien circulaba en un auto Renault 18 y le exhibió su credencial de la Policía Federal.

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