miércoles, 1 de julio de 2009

ESPECIAL INVESTIGACION: CAMBIOS DE CONDUCTAS EN LA ERA MODERNA (TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD) PRIMERA PARTE HOY :ANSIEDAD...


EN UN TRABAJO PERIODISTICO-CIENTIFICO SENTIDO COMUN MEDIO AMBIENTE Y CIENCIA TRATA LOS TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD EN EL HOMBRE MODERNO . HOY EN NUESTRA PRIMERA PARTE :LA ANSIEDAD CONOCER EL PROBLEMA Y COMO ENFRENTARLO . UN TRABAJO EXCLUSIVO PARA ESTUDIANTES E INTERESADOS EN EL TEMA. AL FINAL DE LA NOTA UNA REFLEXION SOBRE MIEDO AL MIEDO CUALQUIER APORTACION: www.sentidocomun09@yahoo.com.ar



La ansiedad (del latín anxietas, angustia, aflicción) es un estado que se caracteriza por un incremento de las facultades perceptivas ante la necesidad fisiológica del organismo de incrementar el nivel de algún elemento que en esos momentos se encuentra por debajo del nivel adecuado, o, por el contrario, ante el temor de perder un bien preciado. La ansiedad no siempre es patológica o mala: es una emoción común, junto con el miedo, la ira, tristeza o felicidad, y tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia. En la actualidad se estima que un 20.6% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad, sin saberlo. Ante esta situación, el organismo pone a funcionar el sistema adrenérgico. Por ejemplo, cuando el organismo considera necesario alimentarse, este sistema entra en funcionamiento liberando señales de alerta a todo el sistema nervioso central. Cuando se detecta una fuente de alimento para la cual se requiere actividad física, se disparan los mecanismos que liberan adrenalina, forzando a todo el organismo a aportar energías de reserva para la consecución de una fuente energética muy superior a la que están invirtiendo para conseguirla y que normalizará los valores que han disparado esa "alerta amarilla". En esos momentos el organismo, gracias a la adrenalina, pasa a un estado que bien pudiéramos llamar de "alerta roja". El sistema dopaminérgico también se activa cuando el organismo considera que va a perder un bien preciado. En esta situación, el organismo entra en alerta amarilla ante la posibilidad de la existencia de una amenaza, que no es lo mismo que cuando la amenaza pasa a ser real, pues en ese caso lo que se libera es adrenalina. Desde este punto de vista la ansiedad es algo sano y positivo que nos ayuda en la vida cotidiana, siempre que sea una reacción frente a determinadas situaciones que tengan su cadena de sucesos de forma correlativa: alerta amarilla, alerta roja y consecución del objetivo. Si la cadena se rompe en algún momento y esas situaciones se dan con bastante asiduidad, el organismo corre el riesgo de intoxicarse por herpess o por kosmes. Esas situaciones ayudan al organismo a resolver peligros o problemas puntuales de la vida cotidiana, que requieran una actividad del organismo fuera de lo normal.
PATOLOGIA HUMANA:

En las sociedades avanzadas modernas, esta característica innata del hombre se ha desarrollado de forma patológica conformando, en algunos casos, cuadros sintomáticos que constituyen los trastornos de ansiedad, que tienen consecuencias negativas y muy desagradables para las personas que los padecen. Entre los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por estrés post-traumático, el trastorno de ansiedad generalizada, etc. En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, por ejemplo, la ansiedad patológica se vive como una sensación difusa de angustia o miedo y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los problemas de diverso tipo a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa acerca de sus problemas. Hay que matizar, como se decía más arriba, que la ansiedad en sí no es algo patológico, lo que genera problemas es la respuesta incorrecta de dicha emoción de manera cronificada, o ante determinadas situaciones o estímulos que resulta desadaptativa para el individuo.

SINTOMAS:

Los síntomas de ansiedad son muy diversos y tal vez los más comunes consistan en hiperactividad vegetativa, que se manifiesta con taquicardia, taquipnea, midriasis, sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación, pensamientos negativos y obsesivos, etc.

La ansiedad se puede manifestar de tres formas diferentes: a través de síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales. Éstos hacen referencia a tres niveles distintos, los cuales pueden influirse unos en otros, es decir, los síntomas cognitivos pueden exacerbar los síntomas fisiológicos y éstos a su vez disparar los síntomas conductuales. Cabe notar que algunos síntomas de la ansiedad suelen parecerse a los de padecimientos no mentales, tales como la arritmia cardíaca o la hipoglucemia. Se recomienda a los pacientes someterse a un examen médico completo para descartarlos.

La ansiedad también puede convertirse en un trastorno de pánico, en el cual la persona cree que va a desmayarse, fallecer o sufrir algún otro percance fisiológico. Es común que las personas con este trastorno visiten la sala de urgencias con cierta frecuencia, y, típicamente, se sienten mejor después de ser atendidas.

Existen varios tipos de tratamientos y terapias que tienen cierta efectividad para las personas que padecen de ansiedad y pánico. Entre ellos se incluyen:

Fármacos ansiolíticos.
Psicoterapia cognitivo-conductal: ésta debería ser dirigida por un psicólogo competente y experimentado. La terapia incluye técnicas de exposición graduada (EPR o Exposición y Prevención de Respuesta), confrontación y modificación de creencias negativas o incorrectas, modificación de pensamientos negativos, técnicas para entablar auto-charlas positivas, técnicas específicas para tratar con el pánico, etc.
Reducción de estrés: puede incluir técnicas de relajación y respiración, mejor manejo del tiempo, ejercicio físico, yoga, caminar, etc.
Cambios en la alimentación: por ejemplo, la eliminación gradual del café, estimulantes, chocolate, azúcar, tabaco, alcohol, refrescos que contengan cafeína y analgésicos o drogas que contengan ésta.
Algunos pacientes informan reducciones considerables en su ansiedad sólo tomando estas medidas. En casos muy graves tal vez sea necesario utilizar fármacos durante el transcurso de la terapia psicológica, pero siempre bajo la supervisión de un profesional cualificado (psiquiatra). Si la terapia psicológica da los resultados esperados, los fármacos se podrían suspender. Lo más recomendable es seguir los consejos de un profesional cualificado. En general se considera que la ansiedad es una condición que existe de por vida en cierto grado. No todos los pacientes responden a los tratamientos, pero un porcentaje importante de ellos pueden lograr una recuperación parcial o casi completa a largo plazo con la ayuda de la terapia psicológica (terapia cognitivo-conductual). Se cree que la prognosis de la ansiedad se ve afectada por la creencia común (posiblemente una creencia negativa e incorrecta) por parte de los pacientes de que su condición es especialmente grave, más grave que la de cualquier otra persona que se haya recuperado. Una de las formas de ansiedad más padecidas en el mundo es el miedo escénico, una forma de ansiedad social que se manifiesta frente a grupos y ante la inminencia de tener que expresarse en público o por efecto de imaginar dicha acción. Puede ser tratado con terapia cognitivo-conductual, incorporando una o varias de estas técnicas: auto-observación, reestructuración cognitiva, terapia de relajación, ensayo de conducta, representación de roles, desensibilización sistemática, visualización y entrenamiento asertivo.

COMO VENCER LOS MIEDOS:

El miedo es la identificación con algo que creemos real y tenemos miedo a perder. Esa identificación siempre tiene que ver con el cuerpo. El cuerpo nos parece tan real, que todo aquello que lo amenace o lo ataque, o pueda destruirlo, nos causa pánico. El miedo a que alguien me rechace o me abandone. El miedo al dolor físico, la enfermedad y por supuesto el miedo que engloba todos los miedos: el miedo a la muerte, que significa, literalmente, perder definitivamente este cuerpo. Es tan simple darse cuenta de lo ilusorio de este concepto. Este cuerpo que tanto nos desvela y desespera, ya lo hemos perdido, desde el mismo momento en que nacemos, estamos empezando a morir. Cada respiración que es fuente de vida, nos acerca simultáneamente a la partida. Como dijo Krishna en el Bhagavad Gita: "El nacimiento implica muerte". Esto es para entender que vivir y morir son dos caras de una misma moneda, una convive con la otra, y demuestra la irrealidad de esta telenovela perfecta, tan perfecta, que parece la única y verdadera. El cuerpo tiene un tiempo biológico para moverse y expresarse en este planeta tierra. Es el vehículo preciado del alma que lo utiliza para experimentar personajes y situaciones en este trayecto, condicionado por leyes materiales que hacen que después de un tiempo, esa misma alma va cambiando de vehículo, así como nuestro cuerpo cambia de ropa. Nos hemos identificado tanto con esta cáscara, con este maquillaje fascinante, que no queremos perderlo. Es una ironía, porque ni siquiera lo cuidamos en vida; pero no queremos que muera. Descuidamos el balance biológico, lo deterioramos antes de tiempo y cuando intuimos que se acerca la partida, nos aferramos con garras y dientes a los últimos jirones de cuerpo que nos quedan. No hemos sabido vivir, y no nos queremos morir. El ego se desespera, y el alma se regocija, porque sigue su camino de experimentación de lo irreal, rumbo a la esencia y la verdad. Cada nacimiento debería acercarnos más a la expresión conciente de nuestra divinidad, sin embargo estamos bastante estancados. Y seguimos naciendo y muriendo, sin darnos cuenta de quienes somos. Decía la Madre Teresa: "La gran mayoría de la gente se muere sin haber vivido nunca". Confundimos vivir, con sobrevivir. Muchos nacen, pocos viven. Creemos que cumplir funciones biológicas y ganarse la vida, significa tener una vida. No es así. Varios pensadores advierten que una y otra vez en sus mensajes sublimes: " Aprovechen esta oportunidad sagrada de haber nacido en un cuerpo humano, para no hacerlo de nuevo. Corten esa rueda del nacimiento y la muerte. Uno nace para no tener que nacer de nuevo. Uno muere para no tener que morir de nuevo. Corten la rueda ilusoria de la mentira y sepan quienes son, de una vez por todas."
Lo que uno es realmente, eso que somos, no podemos perderlo jamás, no se gana ni se pierde, simplemente ES. No puede haber miedo a perder, lo que NO podemos perder. El alma no gana ni pierde, no nace ni muere, no negocia ni manipula, no tiene miedo, no siente dolor o placer. El cuerpo si, el ego, la mente, están sujetas a esas características ajenas al alma. Si llegamos más rápidamente, a la comprensión del SER, la conciencia y la divinidad, que es nuestra condición natural, sin tiempo, sin pasado ni futuro, eternamente existiendo en el presente, podríamos observar con dicha a nuestro propio cuerpo, cumpliendo su rol divino en esta película, realizando ejercicios a cada instante que lejos de sumirlo más en la amnesia, le permitan, acercarse aquí y ahora a la verdad, única, inalterable y divina. Amigos seguimos hablando de mecanismos simple para ir quitándonos los miedos de encima. Traten de estar un buen rato por día en su silencio interno, donde todo empieza a escucharse con un sonido y una vibración más bella que todos los ruidos del mundo.

No hay comentarios: