La Comisión de Selección y Escuela Judicial podría reclamar a Abel Fleitas Ortiz de Rozas (foto) que aclare si mantuvo o sostiene relación profesional con algunas personas que se presentaron en un concurso para cubrir vacantes de jueces El funcionario integra como titular de la Oficina Anticorrupción de la estructura del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del gobierno nacional y quedó en las últimas horas en medio de una situación que podría tener ribetes de escándalo. El episodio que lo puso en una situación complicada se origina en la integración de un jurado que evaluó los exámenes correspondientes a un concurso para la cobertura de vacantes en la Justicia que se realizó en el Consejo de la Magistratura. De acuerdo con información surgida en el ámbito tribunalicio, las vacantes en los juzgados nacionales de primera instancia en lo civil número 7, 10, 12, 23, 84, 85 y 86 quedaron en el centro de las sospechas y su cobertura puso en aprietos Abel Fleitas Ortiz de Rozas. La Comisión de Selección y Escuela Judicial solicitaría en los próximos días aclaraciones sobre una denuncia que se tramitó para exigir la recusación del titular de la Oficina Anticorrupción, ante la posibilidad de que varios concursantes para cubrir esos puestos pudieron haber tenido -e incluso mantener actualmente- vinculación con el funcionario de marras. Abel Fleitas Ortiz de Rozas quedó seriamente comprometido porque el Consejo de la Magistratura habría advertido que una de las participantes, Ana María Chechile -que logró una calificación sobresaliente, la máxima de la competencia, 177,75 puntos- tendría como actividad la de ocupar la subdirección de la especialización de derechos de familia, en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata. Esa cátedra es dictada por el jefe de la oficina que debe investigar y perseguir los actos de corrupción que eventualmente se originen en la administración pública nacional. Asimismo, otras personas que estarían vinculadas al funcionario nacional -que trabajarían en una revista de doctrina y jurisprudencia en la que Ortiz de Rozas colabora- también quedaron sospechadas.
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