martes, 28 de octubre de 2008

SE FUE EL PADRE DE UN AMIGO

Por Marcelo Fava) No estoy oficialmente autorizado a dar nombres y el porque de todo este escrito lo cierto es que mi pluma y mi corazón pueden mas, me traicionan. Quiero decir a cielo abierto que estoy con el amigo con ese aliado de la vida que conocí en la infancia de mi profesión a una persona ilustre destacada equilibrada mansamente tranquila y de corazón magnánimo. Hoy no puedo estar ausente a su perdida, es la perdida de todos. Lo se, en mi silencio lo se, que no soy nada de esta persona pero aun así quiero compartir mi grito ahogado con todos mis desconocidos amigos oyentes devenidos a lectores por ser yo un ser distante pero de algún modo cercano de ese amigo que hoy necesita reflexiono de mi aliento no puedo hacer mas sino dejar asentado también mi gratitud a el y por ende a su padre porque la bondad también es una cuestión biológica. Más que un amigo A… eres para mí un hermano, y nunca voy a tener palabras suficientes que puedan explicar lo agradecido que estoy de haber sido bendecido con tu amistad. Los tiempos difíciles supieron apretarme la garganta, sepultarme bajo los escombros; cada uno de los demonios que me perseguía sabía exactamente dónde hallarme. En un momento dado me encontré atrapado y sin salida, o tal vez una sola salida, la más fácil, la de los cobardes: pensé que tendría que abandonar todo para escapar a mis problemas. En ese mismo instante apareciste tú, tú y aquella inmensa balsa llamada amistad, y me recogiste del mar frío, yo más muerto que vivo, y supiste darme agua y pan y calmar mis temblores y hacer que los demonios se vayan. Me aferré a ti como un desesperado, sin delicadezas; estaba como un loco y solo quería salvarme. Sólo tiempo más tarde pude agradecerte y retribuirte por la increíble muestra de nobleza y de amistad que tuviste conmigo. La verdad es que no sé qué hubiera hecho sin ti, sin tus consejos y sin tu apoyo. La vida me parecía muy difícil para soportarla sólo pero con tu ayuda y tu amor he logrado salir adelante y volver a reír y a disfrutar de las cosas. Tu amistad, amigo mío, fue una gran lección que aprendí de golpe, pero fue el conocimiento más profundo y más maravilloso que jamás ha entrado en mi vida. Ayudar al que esta caído es un sentimiento noble y puro en este mundo de indiferencia y horror, y eso fue exactamente lo que tú hiciste conmigo, me levantaste, y no sólo me levantaste, sino que además me enseñaste a volver a caminar. Aún diciendo todo esto, ni siquiera logré expresar la mitad de lo que siento por ti, mi amigo, pero ensayo estas palabras a falta de otra forma de demostrarlo. Nunca le había escrito una nota a un amigo pero para decir la verdad nunca había conocido a un amigo como tú. Quiero expresarte de manera sencilla mi dolor ante tu dolor estoy presente y , lo estaré no estuve por esas cosas de la vida ayer cuando tus lagrimas lo recordaban cuando era mejor el silencio y la gente te daba el pésame cuando lo vistes “desaparecer” para su descanso final pero me queda el resto de la vida para acompañarte y decirte sigamos adelante porque somos viajeros de la existencia debemos llevar el mensaje hasta que uno de nosotros baje de esa nave llamada vida al descanso eterno como le ocurrió a tu padre y al mió para que otro continué el éxodo, en definitiva, ese es nuestro legado y compromiso con nuestras generaciones y es nuestra hermosa condena amigo mió, mis respeto a vos a tu familia. Atte

No hay comentarios: