jueves, 16 de octubre de 2008

MERCADOS INSACIABLES


NADA LES VIENE BIEN Y VAN POR MÁS
Inversores insaciables: tras los salvatajes ahora piden incentivos


Pese a que los gobiernos más importantes del mundo hicieron todo lo que se les pidió, los principales mercados registraron caídas históricas ante la perspectiva de recesión global.El problema ya no es de Wall Street sino también de Main Street, como llaman en Estados Unidos a la economía real y a todos los negocios no financieros que empezaron a resentirse por el terremoto financiero y el congelamiento del crédito. Pese a que los gobiernos más poderosos del mundo hicieron en estas últimas semanas todo lo que les reclamó “el mercado”, para conjurar el peligro de una depresión como la de los años 30, las acciones volvieron a desplomarse y el pesimismo sigue nublando el soleado otoño neoyorquino. El índice Dow Jones tuvo su segunda mayor baja de la historia para un solo día (7,9%) y el termómetro de las tecnológicas Nasdaq cayó el 8,5 por ciento. La onda expansiva de las pérdidas llegó a Londres (7,1%), París (6,8%), Frankfort (6,5%), San Pablo (11,4%) y Buenos Aires (12,1 por ciento). Para evitar la depresión, piden ahora los financistas, sería necesario un paquete de incentivo fiscal, que podría incluir rebajas de impuestos y subsidios. Al cierre de esta edición, la Bolsa de Japón retrocedía 10 por ciento. El dato que estremeció a los operadores de la Gran Manzana fue la caída de las ventas minoristas en septiembre, un 1,2% menores que en agosto (ver aparte). Tampoco ayudó el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, al admitir que aunque se salven los bancos, “la recuperación económica no será inmediata”. La canciller alemana Angela Merkel sumó más incertidumbre: dijo que la economía mundial enfrenta su “mayor desafío desde los años 20”. Tras una cumbre de la Unión Europea, el francés Nicolas Sarkozy, como presidente de turno de la UE, sostuvo que hay que realizar una cumbre global para “refundar el sistema financiero”, ya que “ninguna institución puede quedar exenta de regulación o supervisión”. El derrape bursátil se dio tras un respiro de sólo dos jornadas por el plan de rescate conjunto que anunciaron el fin de semana desde Washington y París las naciones más ricas del planeta, incluyendo a Estados Unidos y los 15 países que usan el euro. No alcanzó que Bush ratificara su plan de nacionalización parcial de la banca, al cual prometió destinar 250 mil de los 700 mil millones de dólares que le aprobó el Congreso para el salvataje. La socialización de las pérdidas bancarias terminó deglutida por “el mercado”, al igual que todas las medidas anteriores. En orden cronológico, habían sido las siguientes: 7/9: Washington estatiza las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac por 250 mil millones de dólares. 17/9: La Fed rescata a la aseguradora AIG con 85 mil millones. 3/10: El Capitolio aprueba el salvataje de 700 mil millones. 5/10: Un grupo de países europeos(como Alemania, Italia e Irlanda) anuncia que garantizará el 100% de los depósitos. 6/10: Inglaterra nacionaliza parte de los bancos Barclays, HBOS, HSBC, Lloyds TSB, Nationwide, RBS y Standard. 8/10: Los bancos centrales de Estados Unidos, Europa y China coordinan una baja de la tasa de interés. 9/10: Bush anuncia que prepara su propio plan de nacionalización. 10/10: El G-7 presenta una lista de consensos y convalida las nacionalizaciones. 12/10:Los gobiernos europeos acuerdan utilizar “todas las herramientas a su alcance” para salvar a los bancos. Todas estas iniciativas no alcanzaron para parar la diarrea de los mercados. Y ahora los financistas quieren un plan de rescate a la economía real, que posibilite reactivar el consumo lo antes posible. Desde la quiebra de la banca de inversión Lehman Brothers, hace exactamente un mes, el pesimismo se devoró cada intentó de recuperar la confianza en el sistema financiero. Mientras tanto, las empresas más operadas en Wall Street perdieron entre 30 y el 50% de su valor bursátil y ahora tambalean por el corte abrupto del crédito. Se esfumaron miles de millones de dólares. Los canales que unen a Wall Street con Main Street son múltiples. El fundamental es que por el pánico generado por el crack bursátil, la gente consume menos y la facturación de las empresas cae. En septiembre ya acusaron el impacto cadenas como JC Penney, Macy’s y Abercrombie&Fitch. Los pequeños comercios también protestan porque las ventas de Halloween (se celebra el 31 de octubre) son peores que lo esperado, y porque prevén lo mismo para el Día de Acción de Gracias (fin de noviembre) y Navidad. El contagio también se da por otras vías. En los cinco grandes distritos de Nueva York, por caso, el sector financiero genera un 25% del empleo, el doble que hace dos años. Por eso la crisis hará caer la recaudación municipal en unos 2.400 millones de dólares. El alcalde Michael Bloomberg ya avisó que recortará las frecuencias y nuevas obras del subte, el sistema nervioso de la ciudad. La recesión todavía no es oficial. Hacen falta dos trimestres consecutivos de contracción de la economía para diagnosticarla. Pero los analistas aseguran que el tercer trimestre (que terminó el mes pasado) ya mostró un bajón en el consumo. De confirmarse, sería el primero en 17 años.

No hay comentarios: