viernes, 31 de agosto de 2007

La Iglesia le apuntó a “los prepotentes y orgullosos”

En medio de un clima de tensión entre la Iglesia y el Gobierno nacional, el cardenal Jorge Bergoglio salió a advertir que "cuanto más grande seas más humilde tenés que ser", y apuntó contra "los prepotentes" y los "orgullosos". "El poder y el dinero son como la ginebra en ayunas: marean. La altura marea. Cuanto más grande seas, cuanto más poder, más dinero, más prestigio tengas, más humilde tenés que ser", enfatizó Bergoglio. El titular del Episcopado señaló que "el orgullo es una raíz mala que prendió en el corazón", a la vez que cuestionó a "aquellos que se creen dueños de la vida". Además, hizo referencia a "una señora cualquiera que cuando está en su casa" dice "le tengo que dar gracias a Dios porque no soy como mengano, fulano". Al pronunciar una homilía en el marco de la festividad de San Ramón Nonato -patrono de las embarazadas-, y en tono coloquial, el cardenal primado de la Argentina advirtió: "Tené cuidado del orgullo, no te creas mejor que nadie, porque el orgullo es una raíz mala que se mete en el corazón". "Si la vida te pone en un lugar donde aparecés un poquito más arriba de los demás, por dinero, por poder, sé más humilde todavía, para que no te prenda el orgullo, eso que hace que la gente viva con la nariz parada", señaló Bergoglio. El prelado criticó a "esa gente que mira por sobre el hombro" y que dice: "hago esto, soy el mejor de todos". "Los que se creen dueños de la vida no pueden convivir en la sociedad", enfatizó el cardenal, quien comparó a ese tipo de gente con "el fariseo que daba gracias porque no era como los demás". Bergoglió tambíen criticó a aquellos que "nunca agradecen nada" porque "no tienen gratitud en el alma". "Todos metemos la pata, todos tenemos fallas", subrayó, al tiempo que sostuvo que "la vanidad y el orgullo" impiden pedir "perdón". Además, propuso: "Que nunca andemos prepoteando para ocupar un lugar". En ese marco, Bergolgio pidió revalorizar las palabras "permiso, por favor, gracias y perdón". Las declaraciones de Bergoglio, en el marco de una fiesta religiosa popular, se dan luego de que la semana pasada, la Comisión Permanente del Episcopado, que encabeza el cardenal, condenara el "clientelismo" y pidiera transparencia ante los comicios de octubre próximo. Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había cuestionado con dureza las expresiones de la Iglesia, al sostener que ahora los obispos hablan, pero en otros tiempos "callaban".

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